Un préstamo es un accionar que puede traicionarte si no conoces las pautas generales. Es necesario saber que si no se conoce lo suficiente sobre el tema de préstamos puede existir una contraparte de manera directa con lo que se tiene pensado desde un principio como primera finalidad del préstamo, dependiendo con qué objetivo se solicite, como por ejemplo para un negocio, un auto, una casa o una emergencia.
No podemos ocultar que hay condiciones y escenarios distintos, que pueden variar dependiendo de la persona que solicita el préstamo, esto también puede variar un poco el tema de las pautas. Sin embargo, existen ciertas normas genéricas que no deben ser ignoradas, y que son los mismos para una gran mayoría de los casos.
La primera de estas es nunca requerir más dinero del necesitado. Muchas personas piensan que tomando más dinero del necesitado puede significar tener una pequeña reserva por si acaso. Pero esto es muy contradictorio a la realidad, ya que mientras más dinero solicitas, más tendrás que pagar, y al final lo que podía ser ahorro puede convertirse en deuda.
Un préstamo va de la mano con la responsabilidad, ser responsable es nuestro segundo punto a tratar. Vemos por responsabilidad a pagar las cuotas completas y a tiempo, completar los pagos lo más pronto posible y nunca atrasarse. Aparte de darnos estabilidad nos va a ayudar con el crédito, así un futuro préstamo puede ser más rápido.
Por ultimo debemos comparar. Casi siempre cometemos el error de simplemente ir a una entidad financiera y solicitar un préstamo, pero antes debe haber una previa investigación no solo de los intereses, sino de las tasas anuales, cuotas, etc. Y comparar con diferentes bancos a ver cuál se adapta a tus necesidades y puede otorgarte justamente lo que necesitas y, sobretodo, que haya mutuo entendimiento por parte de ambos entes.